Querida yo

Querida yo del pasado.

Sé cuánto dolor has sufrido. Conozco, porque los conté, cada uno de los llantos que te han provocado. Sé que te sientes rota, sola y perdida. Sé que te odias. Que te desprecias. Que no entiendes qué hiciste para recibir aquel dolor por parte de personas a las que nunca les hiciste nada. Te miras al espejo y te sientes asqueada. Piensas, porque te lo has creído, que no mereces el cariño de nadie. Que eres un error, un espécimen extraño al que todos miraban mal. 

Sé que lloraste en silencio en clase. Que escapabas al baño para descargar toda la angustia que te estaban provocando. Que querías escapar pero no tenías el valor para hacerlo. Escribías en tu agenda palabras de socorro que jamás llegaron a nadie. Te las guardabas para ti, porque te daba miedo empeorar las cosas. Querías que te tragase la tierra, fugarte a algún otro mundo donde ser libre. Donde podrías alejarte de todo lo que te hacía daño. Sé que te pegabas a ti misma, aunque luego te arrepentías al sentir el ardor del golpe. Por eso, por suerte, dejaste de hacerlo. Menos mal, ¿no? Tu bello cuerpo no merece ser tratado así. 

Sé que te sentías sola en un mundo lleno de astillas. Como si caminaras sobre un montón de cristales rotos. Puedo imaginarme, aunque no pude verla, tu cara de dolor cuando esas personas te perseguían. Te decían cosas. Te humillaban y te hacían revolverte en sus propias mentiras. Te tiraban cosas y se reían, porque eran personas oscuras que solo querían hacer daño al más débil. 

Sé, pequeña niña, que jamás pudiste volver a ver Shrek porque te apodaron como "Fiona" para burlarse de tu cara. Que gente más cruel. Que gente tan mentirosa. 

Pero hoy, vengo a decirte que todo pasará. Que algún día esas personas ya no estarán en tu vida y serás libre por fin. Las cadenas se romperán y te saldrán unas hermosas alas para volar lejos. Yo, que vengo de un bonito futuro, quiero decirte que algún día serás feliz.

Algún día, te mirarás al espejo y te verás bien. Porque es que eres hermosa, pero te engañaron para que te creyeras lo contrario. Ellos solo querían hundirte y te lanzaban mentiras venenosas. Pero ya verás, mi querida yo, que cuando llegue ese día, la persona reflejada ante el espejo no te se hará horrorosa. Incluso le sonreirás de vez en cuando. Empezarás a mimar a tu cuerpo, porque es lo que se merece. Dejarás de creerte que eres fea. Nunca lo fuiste. Vas a amarte, a cuidarte, a respetarte como nunca lo hiciste.

Algún día, tendrás nuevos amigos. Muchos, incluso. Ellos son unas increíbles personas que me han apoyado muchísimo. Serás feliz en su compañía, ya verás. Incluso irás dejando la timidez y la inseguridad en un olvidado cajón y serás tu misma por primera vez en mucho tiempo. Te van a encantar tus compañeros de universidad, y te vas a reír mucho con ellos. Ellos te enseñarán una parte de la vida que no conocías. Aprenderás de ellos, y ellos de ti. Te respetarán y te querrán como nunca lo hicieron los compañeros del colegio. 

Algún día, serás capaz de sonreír y sentirte orgullosa de ti misma. Te levantarás y te curarás tú sola las heridas. Vas a hacer lo que te gusta. Vas a escribir bellas historias. Vas a ser una persona alegre que da amor. Vas a volver a maravillarte por el mundo y por todo lo que éste te ofrece. El arte va a ser una gran parte de tu vida y con él te vas a expresar como nunca. Vas a sentir mucho, vas a abrirte a nuevos caminos, vas a conocer a gente maravillosa que te demostrará que eres alguien a quien querer. 

Algún día, podrás recordar el pasado y ya no te dolerá tanto. Lo recordarás todo como un lejano sueño borroso, restos de pesadillas que ya no te harán daño. 

No te voy a mentir, no vas a olvidar lo que te hicieron. O al menos, no todo. Pero podrás avanzar aún con eso. Serán solo recuerdos que debes alejar de vez en cuando. Las sombras de tus acosadores dejarán de perseguirte y entenderás que ya no hay quien pueda hacerte daño. Estás bien. Estarás bien.

Así que querida niña. Querida yo. No pierdas la esperanza y lucha por ti. No hagas caso a lo que te dicen y sé fuerte. Quiérete por encima de todo. Eres preciosa. Eres una gran persona. Eres un regalo para el mundo.

Si yo pude entenderlo, tú lo harás.

Perdónate, querida yo. Como yo me he perdonado. Como he perdonado a mi pasado. 

Te quiere, tu yo del futuro. 




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