Decepción

Decepción.

Decepción al ver que todo se rompe, que ya nada será igual. Al observar como las ilusiones se desvanecen al amanecer y que ya ni la luna más hermosa podrá traerlas de vuelta. 

Decepción al darse cuenta de que la realidad nada tiene que ver con los sueños. Que nada es lo que pensamos, que todo puede desaparecer como si nunca hubiera existido. Que el mundo está lleno de máscaras tejidas de mil mentiras, que nos miran con disimulo y nos dan sus mejores sonrisas. Gente  que te da la mano para lanzarte a un negro abismo. Pensamientos y emociones que nos ilusionan y nos matan por dentro, enseñándonos sus más fieros colmillos. Situaciones que pueden, de repente, ser lo contrario a lo que pensábamos.

Y es entonces cuando te sientes engañado, porque el mundo te ha mostrado que los sueños son solo sueños, y las ilusiones están destinadas a desaparecer. Te das cuenta de que todo está hecho de cristal que puede romperse con tan solo un toque. Y aceptas que todo es falso. Que todo a tu alrededor está tejido con una fingida felicidad.

Y no tienes más remedio que resignarte, decepcionarte. Porque la realidad es eso y los sueños solo son sueños. Porque no podemos saber qué pasará o qué nos harán los demás. No podemos controlarlo, porque está fuera de nuestro alcance. Porque somos simples humanos llenos de dolor y angustia. 

Quizá por eso veamos tan necesario crear. Dibujar, escribir, tocar música... Miles de formas para poder liberarnos.
Quizá así es la única manera de evadirnos un rato de esta sociedad de mil caras. De huir para sanarnos las heridas y despejarnos la mente de estos grises nubarrones. Así creamos nuevos mundos y universos donde podamos descansar, ser felices y donde haya falsedad. Donde podemos expresarnos para ser libres. Para poder seguir soñando. Para no explotar por dentro por estas tormentas que chocan en nuestro interior.

Para que esta decepción, esta angustia... Sea más llevadera. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Heridas de infancia

Querida yo

Cansada