Cómo duele compararse, y qué fácil nos lo han puesto. Las redes sociales nos consumen cada vez más, nos hace exigirnos demasiado, nos comparamos con desconocidos, y no nos damos cuenta de que nadie es perfecto, que todos tienen su propia lucha, su propio camino. Pero nos ciega tanto, nos duele tanto, que parece que todos competimos contra todo para ver quién destaca más. A veces me pasa que me arde ver a otros conseguir lo que yo quiero. No lo puedo evitar, soy humana. A veces me he obligado a duras penas a sonreír ya felicitar al otro, o simplemente me tragué mi orgullo y el nudo en el pecho empezó a crecer y crecer hasta que estallé en lágrimas. Esa envidia sé que hay que transformarla en admiración e inspiración. Que hay que alegrarse por los logros de los demás. Lo sé y me lo intento repetir una y otra vez pero a veces, aunque haga progresos, hay días que simplemente no puedo más y me desmorono otra vez. Y miro los likes que tiene esta persona. Y miro cuántos seguidores tiene....